BIOÉTICA Y ACTUALIDAD
En una humanidad fragmentada, dividida, diversa, desigual y en interacción y comunicación globales diversas no es difícil hablar de bioética, en su quehacer diario, ya que su finalidad a además de propender por una calidad de vida, también busca mediar entre las demás ciencias para que obrando interdisciplinarmente, plurinterdisciplinarmente e inclusivamente, todas ellas aporten su sabiduría y la razón de ser para bien de la humanidad, para el bien de la madre tierra, (ecología) y en general en todas las facetas y dimensiones de cada una de las culturas en su trabajo respecto a lo económico, político, social, religioso, etc.
Muy interesante el planteamiento que hacen en este contexto de la medicina, donde algunos plantean que nace el concepto de Bioética, e iluminan la realidad actual comparándola con el mito de Frankenstein, este monstruo creado en un laboratorio científico y formado por retales de cuerpos humanos, tiene su origen en una obra literaria de Mary Godwin Wollstonecraft (1797-18519), en algunos ambientes más conocida como Mary Shelley, ya que posteriormente adoptó el apellido de su marido, el poeta romántico Percy Bysshe Shelley, y que tituló a Frankenstein como el moderno Prometeo” (1818).
Y en la obra de Mary Shelley, el doctor Frankenstein actúa como un Prometeo moderno, se rebela contra su dios, desafiándolo al dar vida a la materia inerte y a obviar las leyes de la naturaleza. La astucia y la inteligencia del doctor buscarán el desarrollo del progreso humano y para ello deberá pagar un alto precio, quedando al final como un héroe en su rebelión científica y como un ser patético a su destino final. Su inmediato arrepentimiento al ver su obra terminada le diferencia del Prometeo mitológico, pero su lenta agonía en el dolor de ver destruidos a sus seres más queridos es similar al suplicio que devora las entrañas del titán encadenado .
Con toda razón nos debe cuestionar hoy esta referencia bibliográfica pues tendemos a formar y crear al ser humano a nuestra manera, además del tráfico de órganos y la manipulación genética que se desvían del camino del bienestar y la calidad de vida de todos los seres humanos, lamentablemente los intereses humanos van en contravía, o por lo menos van por caminos distintos por los cuales la bioética nos quiere encarrilar o reintegrar.
Siendo así que la bioética abarca un campo muy amplio y toca o es tocada por todas las ciencias a la hora de interactuar en un comité de bioética o sencillamente cuando quiere mostrarle a las otras ciencias salidas diferentes para no terminar con la vida o manipularla de acuerdo a nuestros intereses o necesidades, ya que todos gozamos de los mismos derechos y deberes y toda obra humana tiene sus pro y sus contra de acuerdo a su ubicación espaciotemporal, cultural, y las formas de comunicar su lenguaje.
Gilbert Hottois hace un ensayo de delimitación temática en relación directa e indirecta con este tema, ya que un concepto no podemos encadenarlo ni darlo por terminado pues todo va evolucionando y más hoy en día cuando todo marcha a pasos gigantes en cuestiones de investigación y ciencia.
La delimitación se puede agrupar de la siguiente manera:
En el contexto de la naturaleza: especies y ecosistemas destruidos, amenazados, perturbados; biodiversidad; experimentación con animales; derechos de los animales; desequilibrios de la biosfera: contaminaciones, efecto invernadero, capa de ozono degradada; desarrollo sostenible y principio de precaución; organismos genéticamente modificados (transgénesis, clonación)… todos estos asuntos también afectan a los humanos en diversos grados, por ejemplo: los alimentos genéticamente modificados, xenotranplantes.
En el contexto de la biomedicina: en cuanto a la persona humana, medicina de conveniencia (de confort, de deseo): procreación asistida por médico (desde la contracepción hasta la clonación); experimentación humana; diagnóstico; pruebas; consejería genética; eutanasia; cuidados paliativos; obstinación (ensañamiento) terapéutica (o); trasplante de órganos y de tejidos; definición del inicio y del final de la vida humana; (in)disponibilidad del cuerpo humano…
En el contexto social (político, jurídico, económico): política de la salud y asignación de recursos limitados; informatización y bases de datos personales; patentabilidad de lo viviente no humano y humano; analizar y gestionar la precepción pública de los problemas, de los riesgos y de las promesas; legislar o no sobre cuestiones que también dependen de la ciencia individual en una sociedad pluralista (desde las decisiones acerca de la procreación hasta la elección al final de la vida); regulación estricta por parte del Estado o iniciativa privada para el ofrecimiento y la explotación de las técnicas biomédicas (por ejemplo, las pruebas genéticas); articular en el campo biomédico las exigencias no convergentes de la libertad individual, los intereses particulares, la solidaridad, la justicia y la igualdad; tercer mundo, desigualdad biomédica planetaria, enfermedades huérfanas… .
El llamado urgente y lógico que encontramos detrás de cada ser viviente y no viviente que es atropellado o manipulado nos debe chirrear en los oídos ya que si hacemos caso omiso de todos estos maltratos tarde que temprano nos sentiremos imbuidos en el tsunami devastador de nuestra vida que no tiene reversa ni escapatoria.
Teóricamente podríamos encontrar muchas definiciones acerca de bioética, sin embargo, más que saber intelectual buscamos mirar hacia el interior de cada uno de nosotros y tomar conciencia de cuál es la implicación en la vida diaria y la práctica que hago de la calidad de vida conmigo, con el cosmos y con los demás seres que me rodean.
En el plano cristiano podemos recordar aquel pasaje del Éxodo 3, 1-15 donde e Dios le dice a Moisés que se quite la sandalias de sus pies porque el lugar que pisa santo es, miremos de qué cosas debemos desprendernos para contribuir con el bienestar y a calidad de vida del mundo entero, de la humanidad. Miremos qué tan consciente del lugar que me corresponde compartir con mis hermanos y más aún con las generaciones futuras, soy consciente de que mi hermano es sagrado, de que tanto el indigente como el presidente tienen la misma dignidad y los mismo derechos y deberes. Porque hay momentos en los que quisiéramos acabar con los indigentes y los amigos de lo ajeno, sin embargo, hay otros que roban no celulares sino millones y aún así los seguimos eligiendo para que nos gobiernen…
En un libro de Sófocles, del siglo cuarto, Epicteto es un personaje que queda convertido en parias y éste decide irse a pelear en la guerra de Troya, sin embargo, de camino al pasar por un templo religioso siente curiosidad y entra al templo, con tan mala suerte que la culebra que custodiaba el templo lo mordió causándole una llaga cancerosa. Los gritos de Epicteto interrumpieron la ceremonia religiosa y salieron los soldados y lo agarraron y los llevaron a la isla de Patmos. Pasado el tiempo descubrieron que los soldados no podían ganar la guerra sin el arco mágico de Epicteto y se vieron en la obligación de ir hasta la isla a recuperar el arco mágico de Epicteto.
Y acá donde viene lo curioso de la historia porque los soldados viendo la necesidad del arco, puesto que ellos sí sabían lo importante que era el arco mágico para no seguir sufriendo, llegaron humildemente a dialogar amablemente con Epicteto, cosa que el general del ejército no hizo, ya que éste llegó regañando e insultando a Epicteto.
Por tanto, los “intereses” de Dios son el amor, el perdón, la caridad… que aprendamos a vivirla y reflejarla en medio de nuestro hermanos. Ahora cuáles serán los interese de nuestros políticos, de nuestros mandatarios, de nuestros sacerdote, de nuestros profesores, de nuestros artesanos, de nuestros taxistas… tú y yo como cristianos e hijos de un solo Padre: ¿cuáles son nuestros intereses?
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